Hoy en dos funciones.

Luego de rebasar las expectativas de público en varias ciudades del mundo, llega al Teatro Auditorium la obra maestra del director aleman Wim Wenders, “Pina”. Las únicas dos funciones serán el domingo 20 de mayo a las 16 y 18 y marcarán el regreso del ciclo Cine Arte.

Este multipremiado film, dedicado a la bailarina y coreógrafa alemana Philippina Bausch (Pina), es una historia tan conmovedora en la imagen que ha logrado no sólo sobrevivir, sino enfrentar a la competencia de los grandes estrenos comerciales en las salas de cine del país.

El proyecto -que ambos discutieron durante más de dos décadas- iba a contar con la activa participación de la excepcional bailarina y coreógrafa alemana, pero su inesperada muerte en junio de 2009, cambió por completo el rumbo. Sin embargo sus bailarines decidieron hacer igual la película para exponer toda la grandeza y la diversidad de la obra de una pionera y verdadera genia de la danza contemporánea.

A través de un viaje sensual, visualmente muy impactante, Wenders, acerca al espectador a las coreografías más conocidas de la Tanztheater Wuppertal Pina Bausch.

Este filme experimental, rodado íntegramente en escenarios urbanos y naturales de Wuppertal, ciudad alemana en la que Pina residió durante 35 años, revolucionará la relación entre el cine y la danza,  por la originalidad de su planteamiento.

“Pina” es un logro mayúsculo, que lleva todo a una dimensión mesurada, humana e indispensable para disfrutar el homenaje a la mujer que le dio cuerpo y movimiento a la conciencia europea.

Es el resultado de años de trabajo es de una enorme belleza, aunque algunas decisiones del director -como interrumpir varias escenas de danza con declaraciones a cámara de los bailarines o con imágenes de archivo- son bastante discutibles. De todas maneras, esta película -que representa a Alemania en la lucha por el Oscar extranjero- resulta insoslayable para los amantes de la danza moderna.

Pina Bausch fue la suma sacerdotisa de la danza. Una figura espectral que sobrevivía a cigarrillos y café y cuya visión penetrante tocó las alturas y los infiernos de la condición humana. Su aura convirtió a la poco llamativa ciudad alemana de Wuppertal en un lugar de peregrinación artística. Bausch cambió el paisaje del arte, lo reinventó, volviéndose ella misma una categoría única de la danza contemporánea.

Por eso “Pina”, resultó en parte un documental y en parte una elegía sobre la legendaria coreógrafa, que murió en 2009.La columna vertebral de la película son las performances de los bailarines del Tanztheater Wuppertal, la compañía de danza que Bausch dirigió durante 36 años.