La problemática ambiental ha pasado a ser un tema de agenda y por lo tanto el diagnóstico es fundamental definirlo para ordenar la gestión en base a prioridades

Desde la Unión de Producciones Regionales Intensivas (UPRI) destacaron la importancia de los estudios relacionados con la productividad en relación con el medio ambiente. Alejandro Lamacchia, Presidente de la UPRI, informó que están trabajando junto con la consultora de estudios ambientales ESAM para brindar apoyo e información a los productores tanto para que se apoyen en las buenas prácticas agrícolas como para conocer las normativas que rigen en el sector.
De esta manera, pudimos tomar contacto con el ingeniero agrónomo Raúl Cardielo, titular de la consultora, quien ofreció detalles sobre la importancia de realizar los estudios de impacto ambiental y conocer las normas vigentes que desde el Estado regulan las diferentes actividades productivas.
Cardielo explica que la creciente actividad hizo cada vez más complejo el desarrollo en los sistemas productivos, además que algunos no siguieron normativas que ordenaran aspectos ambientales básicos, y por lo tanto, comenzaron a aparecer interacciones negativas con el ambiente.
“La alarma social creada por la aparición y persistencia de algunas enfermedades transmitidas por los alimentos han convertido los problemas de calidad y seguridad alimentaria en asuntos prioritarios del debate político. A esta preocupación, se añade la creciente sensibilidad de la opinión pública por las consecuencias negativas de la actividad agraria sobre el medio ambiente y el interés por conocer el origen del producto y la técnica productiva empleada” detalla el Ingeniero Agrónomo.
Por tal motivo, es necesario ordenar una normativa orientada a reducir los efectos negativos de la actividad agropecuaria, desde el uso de fertilizantes y plaguicidas a la eliminación de guanos, pasando por la sobre explotación de acuíferos, la eliminación de residuos de cosechas e industrias o la acumulación de plásticos en el campo.
“La alarma social creada por la aparición y persistencia de algunas enfermedades transmitidas por los alimentos han convertido los problemas de calidad y seguridad alimentaria en asuntos prioritarios del debate político. A esta preocupación, se añade la creciente sensibilidad de la opinión pública por las consecuencias negativas de la actividad agraria sobre el medio ambiente y el interés por conocer el origen del producto y la técnica productiva empleada” manifiesta el titular del ESAM .
A nivel internacional se han desarrollado nuevos conceptos de calidad que no sólo consideran las características organolépticas y físicas de los productos agrícolas comercializados, sino también aspectos como la inocuidad del producto y su impacto en el medio ambiente.
En este contexto, surge un nuevo ordenación de estudios y acciones que contemplan estos aspectos y que luego de estar protocolizados, pueden ser parte de las normativas Municipales y Provinciales que regulen su funcionamiento. En lo que hace a los estudios, dentro de este nuevo orden se ubican los Estudios y Evaluaciones de Impacto Ambiental en los sistemas de producción. Se trata de técnicas de evaluación que a través de un minucioso estudio del emprendimiento y el medio que lo rodea, permiten detectar aquellas interacciones, cuantificar su impacto positivo o negativo y recomendar medidas de mitigación.
Además, entre las acciones, pueden mencionarse a las “buenas prácticas ambientales”, como herramientas de fácil aplicación que mejoran considerablemente el desarrollo de actividades “amigables con el ambiente”, dentro de los sistemas productivos.